La ausencia de luz nos colocan en un estado propenso a crear quimeras. Fantasmas, bestias, vampiros, sucubos. A veces logran colarse a la realidad (la realidad que creas), se instalan ahi para soñarnos. La palabra es fuego que debe ser alimentado por mas palabras, nos muestra un camino, entre la cantera. Penumbrario de los ires y venires de los extraños habitantes de Morelia, de sus creaciones.
sábado, febrero 11, 2012
Hablado
Yaya, mira, todo está dispuesto. La luz no desentona. La noche parece dispuesta a concederte todo, sabes que lo mereces. Nada, tu pasado no es más que arena que se ha diluido, hace mucho, ya no existe el tiempo. Lo que no fue no te puede acusar. Luego todo está espectante, este viento imponente, regio; cada ladrillo, cada respiración que embona con la anterior, siempre hacia atrás. Ese respirar te construye. Alzado muy alto, muy allá. No te queda más que aceptar que es verdad, que este instante se ha construido para ser propicio (si, caben tus labios) para todo, para esa cumbre indefinible, inenarrable, indisoluble, bleble.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)