domingo, septiembre 07, 2008

La casa

Las alas muertas de una mariposa, el pequeño espejo que se hizo pedazos durante la noche, el cadáver café de una cucaracha enorme, sobecitos vacíos de shampoo, mínimos trozos de sobrecitos vacíos de shampoo, dos frágiles fragmentos endurecidos de papel de baño, trescientos cuarenta y dos cabellos, el polvo de la alfombra, el polvo de los libros; me hablan a gritos, recriminan ausencia. Pero yo fumo, yo bebo sordomudo, tecleo estas palabras. Ahogo estas cosas con un mar de olor de lima. Enterradas son bajo estas palabras.